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La terapia familiar sistémica, como parte de la recuperación



La participación familiar, la codependencia y la multifactorialidad de la adicción fueron algunos de los temas abordados por el psicólogo Ismael Molina en el podcast "La alegría de vivir en sobriedad", conducido por el psicólogo Enrique Corral, donde hablaron sobre las aportaciones que se pueden esperar de la llamada Terapia Familiar Sistémica.

En esta conversación, Molina resaltó la importancia del rol que desempeñan los familiares en el proceso de recuperación de una persona con adicciones, subrayando que su implicación puede marcar la diferencia en el éxito de la rehabilitación, además, señaló los desafíos que enfrentan las familias y cómo el apoyo especializado, como el brindado por la comunidad terapéutica Misión Zoe, es crucial para lograr un cambio positivo.

Uno de los puntos clave destacados por Molina es la importancia de la participación familiar en las terapias, pues aunque es fundamental que los seres queridos asistan y se involucren en el proceso, muchos no lo hacen, lo que puede afectar significativamente la recuperación del paciente.

"La familia debe ser parte activa del proceso, ya que su apoyo puede sostener y empujar al individuo hacia la recuperación", comentó Molina, señalando que cuando no hay participación, el proceso terapéutico se vuelve más difícil y el progreso, más lento.

Asimismo, el experto abordó la codependencia, un fenómeno común en las familias de personas con adicciones y explicó que en muchos casos, los familiares asumen el rol de rescatadores, lo que puede llegar a ser perjudicial tanto para ellos como para la persona en recuperación.

Este comportamiento no solo obstaculiza el crecimiento del usuario, sino que también puede generar dinámicas tóxicas dentro del entorno familiar, por lo que Molina subrayó la importancia de trabajar en los roles, funciones y límites dentro de la terapia familiar para reconfigurar estas relaciones y fomentar un entorno más saludable.

La adicción y la recuperación, explicó Molina, son procesos multifactoriales que están influidos por una variedad de elementos, como el contexto emocional, social y familiar de la persona, por lo tanto, la recuperación no puede depender únicamente del esfuerzo individual del usuario, ya que debe incluir una red de apoyo sólida y comprensiva.

La familia, en este caso, juega un papel fundamental al convertirse en esa red de soporte, ayudando al individuo a sostenerse durante los momentos más difíciles del proceso.

A lo largo de la charla, Molina también destacó la importancia de identificar patrones relacionales dentro de las familias que pueden estar perpetuando el problema de la adicción: es observar el problema desde dentro y no solo desde una perspectiva externa, lo que ayuda a los familiares a entender cómo sus comportamientos y relaciones influyen en el proceso de recuperación.

En definitiva, el proceso terapéutico conjunto, que involucra tanto al usuario como a su familia, es uno de los enfoques más valiosos en la terapia de adicciones, ya que aborda el problema de manera integral, donde la evolución y el aprendizaje dentro de la familia son esenciales para enfrentar recaídas y superar los obstáculos del camino.

Para concluir, el psicólogo recordó al público que el acompañamiento especializado, como el proporcionado por la comunidad terapéutica Misión Zoe, es clave para que la recuperación sea posible, pues este tipo de apoyo brinda herramientas no solo al usuario, sino también a la familia, creando un entorno de comprensión y crecimiento mutuo que facilita la reconstrucción de vidas tras la adicción.

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