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El duelo y su relación con las adiciones



El duelo, el estrés postraumático y el proceso de rehabilitación fueron algunos de los temas que abordó el psicólogo Ismael Molina en el podcast "La alegría de vivir en sobriedad", donde habló sobre la compleja relación entre el duelo y las adicciones. Molina resaltó que, al enfrentar la pérdida de una sustancia adictiva, las personas no solo lidian con el proceso de dejar la adicción, sino también con el impacto emocional profundo que esto conlleva.

Según Molina, el duelo no se limita únicamente a la tristeza ante la pérdida de un ser querido; también puede manifestarse en la forma de fobias o estrés postraumático, especialmente cuando se trata de adicciones, ya que "el duelo en las adicciones es multifacético", explicó, refiriéndose a las pérdidas simbólicas que enfrentan quienes dejan una sustancia, como la identidad asociada a su consumo o las rutinas que giraban en torno a ella, lo que genera una sensación de vacío que puede desencadenar síntomas como ansiedad, palpitaciones y una profunda sensación de incertidumbre.

El proceso de rehabilitación es un recorrido que requiere aceptación, tanto por parte de la persona en recuperación como de sus seres queridos, por lo que Molina enfatizó la importancia de que los familiares también cuiden su propio bienestar emocional, ya que el cuidado propio es crucial para no caer en un ciclo de culpa o desgaste emocional.

En este contexto, la variabilidad emocional es una constante, pues los altibajos son normales y pueden incluir desde momentos de rabia o miedo, hasta instantes de profunda tristeza, por lo que reconocer y aceptar esta gama de emociones es parte del camino hacia la sanación.

Un punto clave que destacó Molina es que el cambio en la rehabilitación no es solo una cuestión de voluntad, sino de acciones que incluyen asistir a terapia, participar en grupos de ayuda y adoptar hábitos más saludables son algunas de las medidas concretas que pueden hacer la diferencia.

Además, el experto recalcó la importancia de crear conciencia sobre las conexiones entre el duelo y las adicciones, pues compartir información y experiencias no solo ayuda a quienes atraviesan por situaciones similares, sino que también genera un ambiente de comprensión y apoyo.

Este tipo de crecimiento personal es uno de los beneficios que pueden surgir al enfrentar y superar un duelo, ya que permite una mayor sensibilidad y empatía hacia los demás y hacia uno mismo.

Para concluir Molina insistió en que no es necesario enfrentar este camino en soledad pues con el apoyo de terapeutas, comunidades de ayuda y recursos informativos puede ser más eficiente el proceso de rehabilitación. En ese sentido, la comunidad terapéutica Misión Zoé ofrece un espacio seguro y profesional para aquellas personas que buscan reconstruir sus vidas tras la adicción, haciendo hincapié en que la recuperación es posible cuando se cuenta con el acompañamiento adecuado.

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